¿Cómo te ves ? ¿Como rey o mendigo?
La manera en que te ves, determina cómo vives.
Dios te escogió para que vivas como rey, no como un mendigo.
Apocalipsis 1:5, dice que te hizo un rey y sacerdote para Él.
No es su voluntad que sigas viviendo una vida de esclavitud, mendigando algo que ya te ha dado y te corresponde por herencia.
Veamos algo en Números 13:33b «…… y éramos a nuestro parecer como langostas; y así les parecíamos a ellos.»
¿Qué podemos ver aquí? Dice «a nuestro parecer…»
Eso nos muestra qué es lo que meditaban, cómo se veían: inferiores, pequeños, incapaces de poseer esa tierra porque los gigantes acabarían con ellos; tenían temor. Ellos eran el pueblo escogido por Dios; él les había entregado esa tierra, solo debían ir y tomarla, pero por no verse de la manera correcta no pudieron disfrutar de eso.
No tenían una visión personal correcta de ellos. ¡Qué tremendo! ¿Verdad?
Hoy tienes una identidad que el Padre te dio en Cristo, lo podemos ver en
2 Corintios 5:17; Efesios 2:10; Mateo 17:5. Esto mismo dice de ti y de mí: somos sus hijos amados en quien se complace. Se nos ha dado una nueva identidad pero, ¿te ves así? ¿O te ves como alguien que no puede, que no lo va a lograr, que no va a rendir bien ese examen, que no van a contratar en ese trabajo, que nunca se va a ir ese dolor, que no tiene la fortaleza para enfrentar esa situación? ¿Estás viendo gigantes todo el tiempo delante de ti?¿Estás viendo solo circunstancias adversas?
¿Sabes que tener una visión correcta de ti mismo te impulsa a vivir quien eres hoy? No hay limitaciones en tu vida. Ya no eres esclavo de un pasado, no eres un mendigo porque tienes una herencia que te fue dada (Gálatas 4:7).
Volvamos a Números 13:33
«Así les parecíamos a ellos.» Cuando no tienes una correcta visión personal crees que «como te ves», así «te ven los demás», pero esa es tu perspectiva, no es como te ven en realidad; ellos eran una amenaza para los gigantes, sin embargo no se veían como tal. Esa era la oportunidad de glorificar al Padre nuevamente tomando lo que era de ellos.
Una visión personal te lleva a tomar lo que te pertenece por esa herencia que espera por ti.
No sigas viviendo por debajo de quien eres. Glorifica al Padre viéndote a través de él, porque no miente.
Te animo a que realices tu visión personal: ¿Quién eres hoy en Cristo y por qué estás aquí? Meditala todos los días para vivir esa vida abundante que ya te fue dada.
Él ya nos dio todo ( 2 Pedro 1:3).
Necesitas tener esa visión personal correcta para vivir en plenitud. Tienes identidad y herencia, pero sin visión personal vivirás de una manera inferior a quien eres y no podrás disfrutar la plenitud de tu herencia.
¿Cómo te verás de aquí en adelante?
Autor: Alejandra Baez