jueves 28 marzo, 2024
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El escudero de Dios

La escudería del Nuevo Testamento

Hasta ahora hemos estudiado el Antiguo Testamento concerniente al tema de la escudería, y claramente hemos definido el deber, papel, y servicio del escudero en el Antiguo Testamento. Ahora veamos el papel del escudero a la luz del Nuevo Testamento. El ministerio de la escudería En la vida de cada cristiano, Dios ha establecido cierto orden de prioridades. Tanto el escudero como la persona a quien éste sirve deben seguir estas prioridades.

EL ESCUDERO DE DIOS si han de vivir una vida cristiana fiel. Por orden de importancia, las prioridades son: 1. Relación con Dios 2. Relación con su cónyuge 3. Relación con los hijos 4. Empleo o trabajo La mayor diferencia entre la escudería en el Antiguo y el Nuevo Testamento es que en los días del Antiguo Testamento el deber de un escudero era la primera prioridad. En el Nuevo Testamento, es la cuarta prioridad. Esto no significa que el escudero de hoy sea menos responsable; pues su posición es asignada por Dios, y él debe cumplir con su deber. Aunque, físicamente, el trabajo ha cambiado, la actitud del corazón debe ser la mIsma. La posición de un escudero no es de corta duración; más bien, Dios le llama a una posición devota y leal. Al comparar esta posición con la de un asociado o cualquier otra posición en el ministerio, el individuo debe comprender que Dios no le ha llamado para que use la posición como peldaño para avanzar en el ministerio. Esto ha pasado muchas veces en el cuerpo de Cristo, y es como una ofensa a Dios. Si la persona piensa que la única razón por la cual Dios lo tiene donde está es porque va a recibir promoción a “algo más grande y mejor”, entonces es triste decirlo, pero ese individuo está usando el sistema del mundo. Este individuo dice: “Cualquiera que me ofrezca más dinero o autoridad recibirá mis servicios”.  ¿En algún momento le has preguntado a Dios si la posición en la cual te encuentras es la que Él ha escogido para ti?, si donde estás ahora es donde Él quiere que estés? No importa cuál sea el salario o las condiciones de trabajo, lo que verdaderamente importa es: ¿Dios te ha llamado a ese trabajo y lugar? Mientras servía a mi pastor, tuve dos oportunidades de pastorear otras iglesias. Ambas eran buenas iglesias, y en aquel tiempo que se me hizo la oferta, el pago era mejor que el que recibía donde estoy. Hubiera sido pastor, en vez de asociado. Si yo hubiese operado en el sistema mundano, habría aprovechado “la oportunidad de avance”. Pero el reino de Dios no opera de esa manera. Yo sé que estoy ocupando la posición escogida por Dios para mí. Yo oro de la siguiente manera cuando personas nuevas se unen como empleados en nuestra iglesia: “Señor, envíame las personas que han sido escogidas por ti”. A menos que las personas sean llamadas y enviadas por el Señor, no la aceptes. Yo comprendo que hay momentos en que Dios separa a una persona de la posición que ocupa. Ese momento llegará a tu vida algún día. Pero cuando llegue, tú y tu pastor sabrán que es un tiempo de cambio, y que la separación será la mejor para todos, en especial para el reino de Dios. En la pared de mi oficina tengo una placa que dice así: “Florece donde eres sembrado”. Yo creo y practico ese principio, que está basado en la Palabra de Dios. Mi vida es un testimonio de que la Palabra de Dios funciona. Como escudero debemos ser fieles en el lugar donde Dios nos ha “sembrado”. Deja que Dios te exalte y te dé promoción donde estás. Si eres diligente, fiel, humilde.

EL ESCUDERO DE DIOS motivado por un corazón de servidor, encontrarás los principios de la Palabra de Dios trabajando en ti. La Biblia nos dice: Humi11aos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte cuandofuere tiempo. 1Pedro 5:6 Yo sé con toda certeza que si Dios alguna vez dice que es tiempo que yo deje mi posición y que ocupe otra, Dios lo pondrá tanto en mi corazón como en el del pastor. El escudero fiel A modo de ilustración, quisiera compartir contigo una historia interesante de un escudero fiel. Hace ya algún tiempo mi pastor, Happy Caldwell de la Iglesia Ágape en Little Rock, Arkansas, se reunió con el equipo de las Cruzadas de Billy Graham, quienes estaban planeando una serie de servicios en nuestra ciudad. El coordinador de la cruzada comenzó haciendo el comentario de que él era el que menos tiempo llevaba con Billy Graham entre todos sus otros ministros. “Sólo tengo 23 años con Billy”, dijo él. Cuando yo escuché eso, quedé asombrado. En los círculos carismáticos predicamos fidelidad y permanencia, pero el equipo de las Cruzadas de Billy Graham lo vive. Algunos empleados y ministros están listos para darse por vencidos e ir a recibir su recompensa, si Dios no le da algo nuevo y mejor cada año.

Tenemos que comenzar a ver nuestra posición como una que ha sido establecida por Dios. Debemos estar dispuestos a permanecer en ella por el resto de nuestra vida, si eso es lo que Dios quiere. Recientemente, me postré delante de Dios y oré diciendo: “Señor, si es tu deseo que yo me quede como el escudero de mi pastor y que sirva a este ministerio en esta capacidad por el resto de mi vida, entonces que se haga tu voluntad”. Amigo, no es divertido estar fuera de la voluntad de Dios. Nosotros, en la Iglesia, no tenemos tiempo para operar fuera de la voluntad y el plan de nuestro Padre Celestial. Si eres un asociado o un empleado en el ministerio, quiero animarte a que te mantengas fiel, no importa la presión que estés enfrentando. Francamente debo admitir que hubo momentos en que quise dejarlo todo y decirle a Dios: “Esto es muy difícil; esto no es justo”. Un día Jesús me habló y me dijo que simplemente me estaba pidiendo que hiciera lo mismo que Él había hecho en la tierra. Jesús realizó el deseo de su Padre, y no el suyo. Él no nos está pidiendo que hagamos algo que Él mismo no ha hecho. En este momento de mi vida, estoy haciendo más de lo que jamás he hecho para Dios. A la edad de 33 años, he viajado a otros países y he hecho cosas que siempre he soñado. Yo creo que todo esto ha ocurrido porque he permanecido donde Dios me ha llamado. En mi oficina yo quedo de espaldas a una vista de una montaña muy bonita, y un día un hombre entró a mi oficina e hizo el siguiente comentario: EL ESCUDERO DE DIOS “Bueno”, dijo él, mientras entraba, “¿cómo se siente ser un gran hombre con un gran escritorio, sillas de cuero y una vista como la que tienes? Gracias al Señor que yo estaba de buen humor cuando él dijo esto. La gente no tiene idea de lo que ha costado llegar a ese lugar. Cualquier ministro podrá entender cómo yo me sentía. Si tú no eres un ministro, te diré cómo se siente. Me si(~nto exactamente igual que en 1979 cuando yo tenía una oficina con alfombra verde olivo, un escritorio sobrante del ejército, y una ventana pequeña con vista al respaldo de una farmacia. ¿Y yo me quejé? ¡Cielos, no! El Pastor Caldwell tenía una puerta sobre dos gabinetes de archivar como escritorio. Yo saltaba de alegría sólo con el hecho de poder decirle a la gente: “Pase a mi oficina”. Era fea, pero era mi oficina, la primera que yo había tenido. Yo la había dado “a luz” en el espíritu mientras oraba, y estaba contento y orgulloso de ella. El Espíritu de Dios te puede estar ministrando ahora porque tú estás a punto de darte por vencido en tu ministerio. ¡Por favor no lo hagas! Lee la Palabra y comienza a regocijarte con lo que fuiste bendecido. Por tu futuro en las manos de Dios. Recuerda, David le fue fiel a Saúl, y mira como Dios lo exaltó. Un día entré a mi oficina sientiéndome como si todo en el mundo estuviera contra mí. Estaba desanimado. Me sentía abandonado. Parecía como que lo único que me faltaba era que Dios cayera sobre mí. En ese momento, miré mi Biblia que estaba sobre el escritorio y grité a Dios, diciendo: “¡Necesito ayuda!” Cogí la Biblia y se abrió en Efesios 5. Yo sé que Dios me dirigió a ese capítulo.

Comencé a leer, y entonces negué hasta Efesios 5:17-19: Por tanto, no seáis insensatos, sino entendü10s de cuál sea la voluntad del Señor. No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones. Mientras leía esta porción, el Señor iluminó la palabra hablando. (Hay una versión en inglés que dice: Haciendo melodías en vuestros corazones al Señor.) “Hijo”, dijo Él, “un piano toca una música hermosa sólo cuando alguien se sienta delante de él y lo toca”. “El gozo, la paz, y la seguridad que necesitas están en ti”, Él continuó diciendo, “pero tú tienes que hacer que la melodía salga de ti. Levántate y danza delante de mí”. Yo no quería hacerlo, ni me sentía con deseos de danzar, pero lo hice por fe. Cerré la puerta de mi oficina y comencé a saltar y brincar con gozo, alabando a Dios. Mientras lo hacía, la unción cayó sobre mí y rompió la opresión. Si te encuentras bajo un espíritu de opresión, entonces antes de continuar leyendo este capítulo, levántate y comienza a regocijarte. Eres libre en el nombre de Jesús. Esta es la voluntad de Dios para ti ahora mismo.  EL ESCUDERO DE DIOS Ahora, ¿qué sucede con nuestra relación personal con nuestro oficial? En II de Corintios 5: 16 el apóstol Pablo dice: De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne. Tú fuiste llamado al ministerio para servir a un general en el ejército de Dios, como un escudero. El Antiguo Testamento sugiere una relación muy íntima entre el oficial y su escudero. Este podría ser el caso en el Nuevo Testamento, pero una relación tan íntima no es necesaria para cumplir nuestra responsabilidad de escudero con éxito. Dios no te llamó para que seas el compañero de pesca de tu líder. Yo no fui llamado a ser el mejor amigo de mi pastor. Somos amigos, pero esa no es nuestra relación principal. Nunca debemos pretender tener el derecho de saber o ser parte de la familia o vida privada de nuestro oficial: No te alabes delante del rey, ni estés en el lugar de los grandes; porque mejor es que se te diga: Sube acá, y no que seas humillado delante del príncipe a quien han mirado tus ojos. Admitiré que cierta relación personal es inevitable, pem el papel principal del escüdem no es de amigo personal. La razón principal de un escudero es destrozar la fortaleza de Satanás sobre su pastor, iglesia y ciudad. No te sientas ofendido si tu pastor no te invita a cenar  todos los viernes. Tu meta no es acercarte al pastor, sino acercarte a Jesús y hacer guerra en el Espíritu. El servicio de un escudero En el Antiguo Testamento, la función principal de un escudero estaba relacionada directamente con el combate. Este requisito no ha cambiado entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Lo que ha cambiado es el tipo de combate que hace el escudero del Nuevo Testamento al servir a su líder. Porque no tenemos lucha contra sangre ycarne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Efesios 6:12 En esta escritura vemos claramente que no estamos luchando contra los filisteos -contra carne y sangresino contra poderes domoníacos. Dios llama a hombres y mujeres a realizar tareas maravillosas para Él. Predicar la Palabra de Dios a todas las naciones no es cosa pequeña. Es imposible qüe üna persona lo realice sola. Ahí es donde entra el cuerpo de Cristo. Dios pondrá su visión dentro de una persona, y su unción para que la cumpla. Enlonces Él pondrá personas alrededor de ese individuo para que lo apoyen y trabajen con él en el cumplimiento de esa visión. El Señor comenzará enviando ministros llamados por Él -;1 EL ESCUDERO DE DIOS para que asistan al hombre de Dios y para que tomen de su espíritu sobre ellos. Estas personas actúan como escuderos; su función es quitar un poco del peso al oficial, y ayudarlo a impartir su visión a los demás. He oído a predicadores referirse a sus asociados como “plato de segunda mesa”. Tengo varias preguntas que hacerle a los que piensan de esta manera: ¿Fue Josué plato de segunda mesa para Moisés? ¿Fue Eliseo “plato de segunda mesa” para Elías? ¿Será la nariz menos importante que los ojos, y el pie menos que la mano? Si habías considerado el ministerio de asociado de esta forma, espero que tu forma de pensar haya cambiado. No hay platos de segunda mesa en el cuerpo de Cristo. y aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a estos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro. 1Corintios 12:23 Si alguien cree que por ocupar la posición de pastor, profeta, evangelista o maestro es mejor que el resto del cuerpo de Cristo, entonces que se prepare para ser humillado, porque eso es orgullo, y la destrucción lo espera a la vuelta de la esquina. Confío en que tú nunca caigas en esa forma engañosa de pensar. Los escuderos llamados por Dios están para apoyar al líder y ayudarlo a realizar la visión que Dios le ha dado. Un día le dije a mi pastor que yo lo respaldaba, que estaba detrás de él. Él se detuvo y dijo: “No, tú estás a mi lado”. Esto no sucedió de la noche a la mañana, ninguna relación se cimenta de la noche a la mañana. Tu posición en el ministerio es importante para Dios, y si eres fiel y paciente, a su debido tiempo serás exaltado. Deuteronomio 32:30 dice: ¿Cómo podría perseguir uno a mil, y dos hacer huir a diez mil? Como puedes ver, contigo a su lado, tu oficial es diez veces más poderoso que solo. Los deberes de un escudero Podemos observar que la parte más importante entre los deberes de un escudero está en el reino espiritual. Ser escudero es tener un ministerio de oración, vigilancia, e intercesión. El escudero debe demostrar su sinceridad, lealtad, y valentía en el reino espiritual a través de la oración e intercesión. Todas las tareas del escudero del Antiguo Testamento se aplican en el espíritu en el tiempo en que vivimos. En lo que hemos aprendido del Antiguo Testamento, y basados en las escrituras que hemos visto en el Nuevo Testamento, podemos identificar los deberes de un escudero del Nuevo Testamento.

EL ESCUDERO DE DIOS Un verdadero escudero: ___ Se esfuerza por mantener sus prioridades piadosas en orden. ___ Resiste el querer conocer a su líder según la carne. ___ Mantiene una actitud de humildad, con temor y temblor, con sinceridad, haciendo 10 que es agradable a Cristo: “No sirviendo alojo, como los que quieren agradar a los hombres”. ___ Sirve bien a su líder, sin esperar recompensa del hombre, pero sabiendo que un día Jesús le recompensará por sus esfuerzos y su lealtad. ___ Ayuda a su líder en combate espiritual. ___ Ministra a su líder fortaleza en el espíritu. ___Ayuda a que su líderse mantenga firme contra las acechanzas del diablo. ___ Sabe cómo tratar con fuerzas espirituales Aunque la palabra escudero no es usada en el Nuevo Testamento, a través de las escrituras podemos ver que la actitud y el espirítu de un escudero se encuentran entre las páginas del Nuevo Pacto. Aquí encontrarás algunas referencias para que descubras y estudies por ti mismo la actitud y el carácter apropiado de un escudero del Nuevo Testamento: Mateo 18:1-4; Juan 15:13; Efesios 6:5-6; Filipenses 2:3,9; 1Tesalonicenses 5:12,13; 1Pedro 2:20,5:5.

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