En el artículo anterior puse el fundamento de qué era integridad y los beneficios que conllevan practicarla. Todo esto para generar en su vida la fe que viene por el oír. Creo que su creencia pasó a un nuevo nivel y está listo para recibir la instrucción de cómo practicarla.
1) Con palabras.
Cuando dice algo, da su palabra, usted vale esa palabra que da. Sabemos que honra significa valor. Por lo tanto, si su palabra tiene valor será honrado. Si no es honrado, puede ser que es porque su palabra no vale. Ese valor se ha perdido porque no ha cumplido una o varias veces.
La fe viene por oír la Palabra de Dios. Vayamos a la Biblia para conocer más de este tema. Leamos Efesios 4:25-29
25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros.
26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
27 ni deis lugar al diablo.
28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
Lo primero que quiero destacar de este pasaje es que tiene que desechar la mentira y luego hablar la verdad. ¿Cómo puede practicarlo? Hablar que odia eso, que desecha la mentira y que ama la verdad.
Fíjese que el pasaje dice: hablar verdad a todos. No solo en la iglesia, en todos lados, en los negocios, familia, trabajo, escuela, etc. Hoy en día decir una mentira, o como algunos la llaman mentirillas es común, pero para Dios no lo es. Para Él es pecado (Apocalipsis 21:8). Él odia la falta de integridad. La lengua mentirosa que incluye exagerar u ocultar información.
Según este pasaje su hablar no debe incluir palabras corrompidas (que rompen). Sus expresiones deberían estar llenas de palabras que edifiquen, que construyan y que animen.
La verdad es la verdad pero se puede decir bien o mal. Lo valioso es con la motivación que sale: de lastimar o tener razón, o con la motivación de edificar, levantar y ayudar. Aun Dios cuando nos corrige nos habla la verdad en amor. Por eso, no se excuse diciendo: tengo que hablar la verdad así que le hice saber que su trabajo estaba mal, que hacía todo mal o le canté las cuarenta. Puede decir la verdad con amor, que esa tarea no es su fuerte, que posiblemente la próxima vez tenga que pedir ayuda. La palabra de verdad no lo baja, siempre lo lleva a que desee avanzar, cambiar y prosperar. Lo lleva a esperanza.
La gente negativa tendrá una boca mentirosa.
La Palabra de Dios es la verdad, sus promesas nos dan expectativa, fe y no nos hunden con negativismo.
Si quiere que le funcione la fe como a Dios, no debe prometer cosas y luego no cumplirlas. Su modelo es Dios que dice algo y es sí y amén.
El mundo necesita que marquemos la diferencia. No la marcamos solo orando, somos la sal y la luz cuando decimos algo y hacemos lo que decimos.
La integridad da confianza a otros, por lo tanto la falta de integridad trae desconfianza.
Siempre estaremos tentados a mentir en cosas pequeñas, pero si decidimos desechar la mentira vamos a vencer.
2) Otra de las maneras de practicar la verdad es con el compromiso.
Una persona comprometida es aquella que ha hecho una promesa. ¿Las promesas para qué se hacen? Para cumplirlas. Que le parece si confiesa la siguiente frase: Yo soy una persona que me comprometo y cumplo.
El compromiso es una señal de integridad. Por ejemplo cuando queda en llegar a un horario y lo cumple. Se compromete a traer algo al Encuentro y lo hace. Promete ayudar a una persona en la mudanza y allí está.
Si no cumple no sirve siempre pedir perdón, tener excusas o decir me olvidé. Una vez puede suceder, pero si es recurrente en alguno de los ejemplos es una señal de falta de integridad. Propóngase hacer cambios para que luego la confesión le funcione. Personas que no cumplen su palabra luego ni ellos creen lo que están declarando.
Me incomoda cuando alguien me pregunta: quedé que tal persona me llevaría a tal parte, me daría esto, me pagaría, Pastora ¿usted qué piensa? A veces quiero decir: ojo, no es de fiar, ten cuidado, puede que no cumpla. Y esto se debe por sus antecedentes, por las múltiples veces que me ha fallado o ha quedado mal con otros.
La palabra compromiso significa: pacto, acuerdo, obligación de cumplir totalmente lo que te he dicho. Es decir estoy 100% contigo, no me muevo y soy responsable.
Hoy el mundo no quiere compromiso y por eso sufrimos. Parejas que viven en “unión libre” y piensan que eso es libertad, pero en realidad padecen porque hay abandono cuando surge algún problema, el divorcio es la primera alternativa, hay carencia de proveer, responder o cuidar. La falta de compromiso trae inestabilidad, destruye y lastima.
Nosotros como pastores estamos comprometidos con Dios, con la iglesia y la visión.
La bendición es para los comprometidos y podemos verlo claramente en el siguiente pasaje Marcos 10:29-30
29 Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio,
30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna.
En pocas palabras Jesús dijo: deje todo y sígame. Comprométase al 100% y recibirá al 100 x 1.
El compromiso da seguridad e identidad. Así que mientras está leyendo este artículo yo lo libero de todo espíritu que le esté robando de comprometerse por temor a fallar o a que le fallen. Viene una fuerza sobre su vida para practicar la integridad con sus palabras y con su compromiso.
La Pastora Valeria Marto es parte de la Gran Familia de Cosecha Mundial en Europa, Liderando junto al Pastor Gustavo Marto y por mas de 10 años Cosecha Mundial en Barcelona, España.