El liderazgo integral es un concepto que engloba diversas cualidades y habilidades necesarias para ser un líder efectivo. En este artículo, exploraremos algunas de las virtudes de este liderazgo. Cuando hacemos referencia a un liderazgo integral, hablamos de no limitar nuestra influencia, rol y función a un puesto o posición solamente, sino tener una perspectiva de 360 grados que abarca todas las áreas de nuestras vidas: El significado de tener una mirada periférica, la importancia de cuidar nuestro corazón, y cómo vivir el liderazgo de manera integral.
El liderazgo integral es la interpretación de la esencia de los hijos de Dios. Como seres espirituales se nos confió el presente y futuro de esta tierra, de la mano con el propósito para cada persona que camina sobre ella. Este legado y privilegio conlleva un alto grado de responsabilidad que nos desafía a vivir en línea a nuestro diseño, manifestando la plenitud de nuestra identidad en Cristo siendo dotados, empoderados para manifestar frutos en todas las áreas.
Cuando Cristo es la única fuente y fundamento, no hay fragmentación en la creencia del liderazgo, es decir, no existe división en su corazón (dos visiones). Liderar no solo se trata simplemente de tener cualidades y habilidades específicas, sino de vivir desde una identidad de hijo/a siendo la fuente los valores del reino.
El concepto de «mirada periférica» en el contexto del liderazgo, se refiere a la capacidad de un líder para tener una visión plena y panorámica de su entorno. La única manera posible de tener esta perspectiva es cuando su visión nace del corazón y no por lo que ve, escucha o siente. En lugar de enfocarse únicamente en lo natural, temporal o en asuntos externos, un líder con mirada periférica es capaz de ver más allá de los 5 sentidos y ser guiado por los valores del reino que gobiernan su corazón, anticipándose a los posibles desafíos que deba enfrentar en su liderazgo, con su equipo o en cualquier área de su vida.
De ahí nace la importancia de velar por el estado de su corazón, porque de esta fuente el líder toma decisiones; también interpreta y determina la manera de ver el mundo que lo rodea, es decir, los valores que gobiernan su corazón son el fundamento de su influencia como líder y le permiten ver más allá de lo natural o de la apreciación de los 5 sentidos.
NOTA: «Lo que hay en tu corazón es lo que encontrarás al momento de mirar al mundo que te rodea».
Otra de las cualidades fundamentales de un líder integral es «ser un servidor». Desde su identidad, y no desde una actividad o carga, entiende que su esencia es servir a los demás, guiarlos y encauzarlos a alcanzar su máxima expresión en su diseño y así vivir su propósito. Ser un servidor va más allá de tareas por cumplir, sino de vivir con un corazón dispuesto para ver las oportunidades que se presentan en el día a día, es decir, que a este líder nadie lo manda, sino que su corazón lo guía. « »
La plenitud de un líder integral destaca una virtud inseparable de su estilo de vida: Ser enseñable siempre y con todos. Un líder integral está dispuesto a aprender, crecer y desarrollar sus dones y talentos. Vivir con un estado de humildad en su corazón le permite reconocer que no tiene todas las respuestas y está siempre atento y dispuesto a recibir instrucción, consejos y nuevas ideas. La humildad y la disposición para aprender son características esenciales de un líder efectivo, no solamente porque quiere aprender más, sino porque asume la responsabilidad de su vida y de su propósito en esta tierra.
La responsabilidad mantiene en movimiento al líder, lo hace proactivo y determinado a vivir por sus valores y no por impulsos emocionales. Asume la responsabilidad de sus acciones y decisiones sin buscar en su entorno la razón de su porqué. Reconoce que su estilo de vida tiene un impacto en los demás y asume la responsabilidad de liderar de manera ética y consciente, estando siempre atento y generoso para dar lo que por gracia ha recibido.
Un líder generoso está dispuesto a compartir su tiempo, conocimiento, recursos y servicio a los demás. Comprende la importancia de contribuir al crecimiento y desarrollo de quienes lo rodean y busca oportunidades para ayudar y empoderar a otros. Su generosidad no busca un beneficio propio, no busca controlar, sino que representa la naturaleza de Dios Padre. Ese estado de generosidad en un líder cambia el ambiente de su entorno, porque él está dispuesto a dar su vida por los demás.
La comunicación efectiva es una habilidad esencial para un líder integral. Esa comunicación se hace fuerte sobre los demás no por lo que habla, sino por lo que vive; su estilo de vida siempre está comunicando reino. Un líder debe ser capaz de expresar sus ideas desde el corazón, velando por los intereses del equipo, de la familia, de compañeros de trabajo; tener la decisión plena de escuchar atentamente a los demás y fomentar una comunicación abierta y transparente. La comunicación efectiva promueve la confianza, la colaboración y el entendimiento mutuo.
Un líder integral es un líder visionario. Esto significa tener una visión clara y ser capaz de comunicar efectivamente a los demás. Son líderes que comunican sus valores y enseñan desde su propio estilo de vida; su objetivo no es demostrar sus capacidades de liderazgo, sino despertar en los demás la visión que genera pasión en ellos. Un líder visionario inspira a otros, establece metas desafiantes y motiva a su equipo a trabajar juntos para alcanzar un objetivo común.