Seguridad se define como ausencia de peligro o riesgo, la sensación total de confianza que se tiene en algo o alguien. Como hijos de Dios solamente podemos tener verdadera seguridad cuando nuestra confianza está puesta en el Señor. No hay ninguna otra “cosa” o “persona” que pueda guardarnos seguros en estos tiempos en los cuales vivimos.
Puedes tener una seguridad plena aun en medio de situaciones amenazantes. “En valles de sombra de muerte” el dominio de su amor te mantendrá en confianza absoluta. “No temas” o frases parecidas se repiten en la Biblia, más que una por día para todo el año. Es un recordatorio acerca de que no importa lo que suceda fuera de ti, el Señor está en ti y a tu favor. En esa frase citada en el libro de los Salmos, hay una palabra importante para considerar: “sombra”. No dice que es un valle de muerte, sino un valle de sombra de muerte. Una sombra jamás ha dañado a nadie, pero sí ha logrado generar temor en las personas. Cuando vives en el dominio de su amor y en la madurez de ese amor, Él te recuerda quién es Él para ti y quién eres tú para Él. El amor echa fuera todo temor. No pueden coexistir. Uno siempre ejerce una potestad mayor sobre el otro, y en tu caso, el amor es mayor porque es el mismo Padre quien vive en ti por su Espíritu. Esa seguridad no es algo automático. Tú tienes la responsabilidad de fortalecerte en tu relación con Él y en una creencia que tiene sustancia, “su Palabra”. Cualquiera de estas dos cosas que se encuentren en un estado frágil es el punto débil para que el temor se aventaje sobre tu esencia de amor. Tienes el arma más potente en la tierra porque el amor “NUNCA falla”. Sin embargo, si no te has fortalecido en conocer al autor del amor y de tu propia esencia por medio de la Palabra, no podrás darle el uso útil a esa fuerza. El amor te guarda en seguridad. Cuando te encuentras en una situación de “sombra de…” puedes mantenerte en plena confianza porque su vara y cayado te dan aliento, fortaleza y certidumbre.
“No temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo”. La confianza plena viene por saber “dónde” está el Padre en tu vida. Muchas personas tienen una percepción interna de un Dios alejado o lejos. ¿Dónde está Él para ti? ¿Cuán cerca se encuentra (para ti) y cuán dispuesto está Él para socorrerte (según tu percepción) si te encuentras en dificultad? Puedes declarar con una convicción total, “no temeré porque Él está conmigo” cuando estás convencido de que es así. Él te escogió. Fue Él quien aseguró que tú llegaras a ese encuentro con su amor. Es su placer “estar contigo” y debes meditar sobre esa verdad. “Tu vara y cayado me infundirán aliento”. Una vara simboliza una autoridad y si bien es verdad que debemos rendirnos al Padre dejando que Él nos guíe, igualmente es verdad que su autoridad no puede ser desafiada ni contradicha. Cuando entiendes que su autoridad es para asegurar que nada te robe de lo que Él te ha dado, esa autoridad te infundirá aliento, no temor. Jacob apoyó su cayado para bendecir a sus hijos. La bendición del Padre sobre tu vida es un empoderamiento para ser y vivir en toda su plenitud. La vara y cayado del Señor es para tu bien, para el cuidado, fortaleza, seguridad y aliento de vivir en el dominio de su amor. ¿Qué harás para vivir esa verdad este mes?