Tú relación con el Padre debería ser una relación de confianza. Esa confianza en su amor te da la libertad de seguir descubriendo tu identidad en Cristo como también tu propósito. Temor es un despiadado amo que no tiene compasión. Ha paralizado más personas, robado más sueños y limitado el potencial de más hijos de Dios que cualquier otra cosa. Por eso, es tan importante que tu vida esté arraigada y cimentada en el amor del Padre. Si tu vida está fundamentada en esa realidad estará, entonces, bajo el dominio de su amor. De esta manera, el temor no tendrá la mínima posibilidad de impedirte ser quién eres y vivir lo que estás destinado a vivir. Este año debes proponerte crecer en esa relación de amor.
“El Señor es mi Pastor” es una relación que Él inició y habla de su cuidado por ti. Tu perspectiva de esa relación es importante porque desde ella, tu respondes. Si tú te percibes como alguien tratando de “llegar a Dios”, de “agradar al Padre” o de “ganar su favor”, estarás mirando tu relación desde la desconexión. Pero si logras comprender que Él vino a ti a través de Cristo porque Él te escogió, tendrás la libertad de responder a esa comunión. Ha sido su buen placer tenerte como hijo, eres deseado y amado. Convencido de esa verdad puedes vivir en el dominio de su amor y todo temor será expulsado.
Una relación se desarrolla en confianza cuando el amor es el fundamento de ella. Por el contrario, el temor en una relación trae su castigo desde la desconfianza, la inseguridad, los malentendidos y un vínculo frágil. Una conexión débil con el Señor por percepciones equivocadas limitará tu fe, llevándote a ser manipulado por la duda y todas las circunstancias exteriores de la vida. Sin embargo, cuando tu conoces el amor del “Pastor” y crees a ese amor, estarás plenamente confiado en su cuidado de ti y de lo que Él ya ha provisto para ti en Cristo.
Vivir el dominio de su amor comienza con una relación de confianza en su amor por ti. Es la clave para vivir lleno de toda la plenitud de Dios Padre. “El Señor es mi Pastor” es igual que decir, “tengo un Padre que me amó y me dio todo en Cristo”. Estoy completo en Él y vivo seguro.
Aplicación Práctica
Tú tienes la oportunidad de determinar llevar tu vivencia con Dios a otra dimensión en este año. Algo cambiará en tu vida, llevándote a mayor fruto y éxito cuando tú decidas hacer algo diferente, o algo más. Como dice el refrán, “no puedes esperar resultados diferentes, haciendo siempre lo mismo”. Hagamos unas preguntas de reflexión: ¿Dónde estás en tu relación con Dios? ¿Qué desearías vivir con Él este año? ¿Cómo te relacionas con el Padre, y cuánta comunicación tienes en tu interior con Él?
Si eres diligente en aplicar pequeños cambios en tu relación con el Padre, cosecharás GRAN ganancia para tu vida. Cuando tu relación con Él incrementa, TODO incrementa.
Algunas ideas para guiarte en una aplicación efectiva:
1) Establece el hábito de levantarte 15´ más temprano y solamente agradecerle al Padre.
2) Establece un plan de lectura.
3) Lleva una lista mensual de “Agradecido por…”,
4) Establece un tiempo determinado para orar en el Espíritu para “conocerle más”.
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