Es importante entender la importancia de que la impartición es mayor que el mensaje, si el mensaje no tiene impartición, no habrá revelación, si no hay revelación, no hay revolución.
Revolución te lleva a vivir en un sistema totalmente diferente al sistema que estás viviendo, porque empezás a ser revolucionado por el sistema del Reino de Dios que te muestra la grandeza que tenés. Mírate y decite “QUÉ GRANDE SOY”
Génesis 3:13 dice que: “Cada uno de nosotros vivimos encima de la maldición”, el mensaje común y corriente es que eres libre de la maldición o qué vas a tener libertad para vivir por encima de la maldición. Pero según la biblia ya eres libre de la maldición, ya no tenés maldición, estás marcado por lo que dice la escritura, eso afirma lo que Cristo hizo por vos en la cruz, entonces no tenés más maldición, y si no tenés más maldición, podés vivir en paz.
Si no tenés maldición, ¿qué tenés? Tenés la esencia de su naturaleza y la esencia de su naturaleza te da alegría, en otras palabras, eres una persona feliz, alegres, ya no gritas. En lugar de gritar, tu respuesta es diferente y causa que las personas que están escuchando puedan retractarse de lo que están viviendo, porque eres impartición, que causa una revolución. Todo lo que tocamos debe ser revolucionado por nosotros.
¿Qué estás causando a tu alrededor desde tu esencia? Para Dios eres exclusivo, por eso él dio lo que no podía guardar para que hoy tengas lo que Él decidió darte. Eres lo mejor que hay ante sus ojos.