Visión, es ver con los ojos del espíritu, los futuros frutos, es ver lo que deseamos, pretendemos en un determinado plazo; visión ve el fruto y trabaja para alcanzarlo.
Dígalo en voz alta “Hoy me enfoco en lo que quiero alcanzar y puedo verlo concretado (aunque sea un sueño que parezca lejano o loco)”.
Habacuc 2:2 – 3 LBLA dice: “Entonces el Señor me respondió, y dijo: Escribe la visión y grábala en tablas, para que corra el que la lea. Porque es aún visión para el tiempo
señalado; se apresura hacia el fin y no defraudará. Aunque tarde, espérala; porque
ciertamente, vendrá, no tardará.”
¿Qué tenemos que hacer con la visión? Primero, ESCRIBIRLA, para poder declararla, visualizarla y vivirla. ¿Cómo creen que tiene que ser esa visión? Tiene que ser clara, precisa, específica. ¿Qué nos aconseja hacer si tarda en cumplirse lo que soñamos? Este versículo habla de esperarla, de confiar en que se cumplirá lo que el Padre nos prometió y ya nos dio.
Correr con la visión significa una responsabilidad, un hacer siempre en línea con la
voluntad y la provisión de nuestro Padre. Hay estrategias dadas por Él para cumplir la
visión, los sueños que depositó en nuestro corazón.
¿Escribiste alguna vez tu visión personal? ¿Escribiste algo que querías ser y lograr? ¿Has escrito metas o sueños? ¿Cómo te fue cuando lo escribiste?
Visión personal responde dos preguntas: ¿Quién soy? ¿Para qué vivo?
Para saber a dónde estoy yendo, mi ruta debe ser clara. Definir los pasos a seguir me
permite vivir día a día con la seguridad de mi propósito y agradeciendo que el Padre va a terminar lo que comenzó en mi vida (Filipenses 1:6), somos co-creadores con Él.