Como hijos de Dios llamados a manifestarse en toda plenitud en representación del Padre, es imprescindible que seamos perfeccionados en amor. No podemos ejercer autoridad sobre lo que no amamos, y en el amor perfecto no hay temor. Somos llamados a dominar los ambientes que influyen sobre nosotros y sobre otros, facilitando la libertad individual para escoger bien y vivir en bienestar. Sin embargo no podemos verdaderamente lograr ese mandato cuando somos impulsados e influenciados por temor.
El temor es lo opuesto a la fe bíblica. Temor fue la esencia que motivó a Adán a esconderse de Dios después de desobedecerle; a Esaú a matar a su hermano en la percepcinte una ofrenda no acepta y a Pedro a negar a Jes en bienestaro no podemos verdaderamente lograr ese objetivo astorón de rechazo y competencia frente a una ofrenda no acepta y a Pedro a negar a Jesnte una ofrenda no acepta y a Pedro a negar a Jes en bienestaro no podemos verdaderamente lograr ese objetivo astorús ante la confrontación y peligro de vida. Temor es la esencia profunda en cada ser humano antes de conocer a Dios, quien es Amor. Recién después de nacer de nuevo el Amor verdadero es derramado en nuestro corazón, dándonos la capacidad de amar, vivir comprometidos en las relaciones y caminar en un nivel de dar y generosidad que transforma.
El amor de Dios nunca falla, es el camino más excelente y es la esencia mismo de nuestro Dios Padre. Amor es lo que llevó Dios Padre a enviar a su hijo a morir en la cruz para recuperar a su familia. Amor es lo motivó a Jesús a ir haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo. Amor es lo motivó al Espíritu Santo venir y morar en cada hijo de Dios, derramando en nosotros el espíritu de adopción en el cual podemos clamar “Papá Dios”; librándonos de sentir abandono, de los hábitos de un “hermano mayor” y de la actitud de un huérfano. Ese Amor nos devolvió nuestro bienestar perdido restaurando valor, significado y propósito. En ese perfecto amor nuestra lucha interior termina.
Mi anhelo es llevar acabo lo que Dios Padre determinó para mi vida antes de que yo parta de este mundo. Sé que no lo lograré si no soy intencional en ser perfeccionada en amor. Fui…y fuimos formados en un mundo dominado por el temor. Aún en relaciones más saludables en nuestra vida, de alguna manera u otra el temor estaba siempre presente escondido bajo la superficie de esa relación dañando, dividiendo, estropeando y provocando motivos egoístas bajo el disfraz de “amor”.
Soy desafiada por ese Amor, el amor de Dios Padre. Mis pensamientos, perspectivas, actitudes y hechos están expuestos, abiertos y desnudos ante Él. Como un espejo, Su amor me revela realmente quien soy ahora como hija de Dios y me desafía a asumir mi identidad de hija de mi Padre. Y es en ese desafío que determino ser perfeccionada, desechando todo rasgo de temor con todas sus múltiples “personalidades” y manifestaciones. He determinado vivir, caminar, pensar y hablar en ese camino más excelente que no falla en transformar mi entorno.
Somos quienes Dios Padre dice que somos…¿Aceptarás el mismo desafío? Nosotros podemos lograr atraer “el cielo aquí a la tierra” por medio de ese amor transformador. Nuestro hogar, nuestro barrio y nuestra ciudad pueden experimentar los efectos en ese camino de excelencia. La gente merece un encuentro con Su amor.
«Y al vivir en Cristo, nuestro amor se perfecciona cada vez más, de tal manera que en el día del juicio no nos sentiremos avergonzados ni apenados, sino que podremos mirarlo con confianza y gozo, sabiendo que él nos ama y que nosotros lo amamos también. No hay por qué temer a quien tan perfectamente nos ama. Su perfecto amor elimina cualquier temor. Si alguien siente miedo es miedo al castigo lo que siente, y con ello demuestra que no está absolutamente convencido de su amor hacia nosotros.»I Juan 4:17-18 NBD
El apóstol Kimberly Angulo es una destacada maestra de la Palabra de Dios, caracterizada por exponer su enseñanza de una forma clara y práctica. Fiel e inteligente administradora, ha provocado que Cosecha Mundial a través de diferentes actividades (educativas y sociales) irrumpa en ámbitos seculares con el mensaje de Cristo.
Cristo es el Señor de su vida y la razón de caminar.