“Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre”
El pensamiento del Padre para tu vida es un pensamiento de amor. Te ha hecho su justicia en Cristo Jesús. Más allá de que esto significa “sin deuda con el Padre”, también se refiere a “equidad”, una igualdad de ánimo; pero la única manera de vivir en igualdad de ánimo con el Padre es conocer sus pensamientos y pensar igual que Él.
Él piensa bien de ti, y cuando aceptas y crees estos pensamientos te llevan a una igualdad de ánimo; esto te fortalece en tu identidad y propósito. Esa justicia son las sendas de un mismo creer. ¡Poderoso! Es el Padre revelándote sus pensamientos para que puedas comprobar la realidad de una vivencia de plenitud como hijo.
En tu relación con Dios, Él ha provisto todo en la obra completa de Cristo.
No hay nada que puedas hacer para añadir a esa obra. Tu responsabilidad es entrar en esa obra completa y comprobar la influencia de su culminación. Esto no significa que no debas hacer nada, sino que debes cooperar con la gracia del Padre. Él te guía, pero no a cualquier lugar. Ni siquiera te guía primeramente a “hacer algo”, sino a ser quien eres.
Una identidad fuerte es un propósito vivido. Su guía es por sendas de justicia, en una guía diaria para conocerlo más a Él y conocerte a ti mismo en Él.
“Sendas de justicia”, tiene una riqueza infinita en significado; entre ellos, está la importancia de ser, para luego comprender el camino por donde Él te guíe.
Tu percepción de quién eres es fundamental para tu confianza en tu relación con Dios, y el valor que le darás a seguir su plan para tu vida. La justica habla de identidad y de un propósito que está en “igualdad de ánimo” con el Padre. Contrario a lo que muchos pueden creer, vivir tus propios planes fuera del pensamiento del Padre únicamente traerá tristeza y complicaciones.
Ser guiado en “sendas de justicia”, es la certidumbre de un plan bien hecho, recursos provistos y soluciones para cada “contratiempo” que aparezca. ¿Por qué? Porque los planes están en los pensamientos del Padre, alineados a tu identidad. Te mantendrán en el dominio de su amor, librándote de las incertidumbres de la vida.