«Y en el camino guarda el corazón, que de lo que guardes, vivirás el hoy».
La gran nube de testigos
(Hebreos 12:1)
En cuanto a nosotros, tenemos a todos estos grandes testigos que nos rodean como nubes. Así que debemos desprendernos de toda herida que nos ha traspasado y del pecado en el que caemos tan fácilmente. Entonces podremos correr la maratón de la vida con pasión y determinación, porque el camino ya está trazado ante nosotros.
iUff! Algunos pasajes de la Escritura me impactan. Este puntualmente, junto con Efesios 2:10 y el Salmo 139, son como una luz que alumbra mi camino dándome guía, dirección y propósito.
«Pasión y determinación», son dos palabras que me describen. Aunque a mí «me define Cristo», esas palabras se han convertido en más que valores para mí, ya son un entretejido de mi propio ADN.
Una vez que dejo que la revelación de la palabra hecha carne me persuada por completo, comienzo a cooperar con su gracia disponible para mi vida. Ahí es cuando mi entendimiento es abierto y la sabiduría (Cristo) y discernimiento son esos pilares o columnas que me sostienen y dirigen. Entonces vuelvo a recordar: ¡no estoy sola!
Querido lector, ¡no estás solo/a! No debes reinventar nada fuera de ti, todo está dentro de ti porque Cristo ES tu sabiduría. La vida de tu diseño. Cuando te sincronizas con el Autor de tu vida y diseño solo debes dar un paso a la vez guiado por su amor, para sacar fuera, en su tiempo, todas las buenas obras que Él depositó en ti de antemano.
Para ello necesitas pasión y determinación. Porque si no, cualquier contratiempo u obstáculo detendrán tu avance. Debes tener certeza de su voz, su propósito, sus maneras, su visión para tu vida. Y recuerda: todo tu talento, potencial, dones o como quieras llamarlos SON PARA BENEFICIO DE TU ENTORNO.
Si las buenas obras que haces no nacen desde tu verdadera naturaleza de amor en
Cristo, o si no nacen desde una motivación correcta, pura e integra, entonces todo será en vano. Cristo es el único cimiento, fundamento, la piedra angular donde se forja tu destino. Fuera de Él, nada. Con Él, todo. ¡lnvolucra a tu Padre Dios en tu vida! Involucra a Cristo. Involucra al Espíritu del Señor que está dentro de ti cuya misión es guiarte a toda verdad.
¡No compitas! ¡No te compares!
Amado lector, esto es crucial. Somos una parte crucial del gran rompecabezas mundial en el propósito DE DIOS PADRE, HIJO Y ESPÍRITU DEL SEÑOR PARA LA HUMANIDAD. Quiere decir que solo debemos SER y HACER esa parte que se nos confió. Ni más, ni menos.
Imagina una gran orquesta musical. Cada instrumento es único, diferente, tiene su propio sonido o «voz». Individualmente suenan hermoso, pero ¿juntos? Juntos son la armonía perfecta para el deleite de los oyentes. Entiende que tu participación específica dentro del gran propósito del Padre es hermosa, pero cuando se te revela que si no lo haces perjudicas a la armonía de «la gran orquesta musical», entonces no dudarás más de ti. ¡Se te revela que no debes compararte, justamente porque en un «todo» es necesario que cada parte sea diferente! ¡Porque el director de orquesta planificó tu destino y te capacitó para ello! Pero atención. Debes estar tocando la misma melodía, sincronizado a la armonía de la gran orquesta. Me refiero a que son muchos los diseños, pero la esencia es una: Cristo. La naturaleza real del amor. Y no son obras fuera de ti, sino las que el arquitecto de tu vida planificó de antemano.
Para finalizar, te dejo unos párrafos de un cuento que escribí:
«Lo más importante pocos lo comprenden. Es DAR en el viaje lo que uno tiene. Es amar al otro, levantar sus brazos, ponerlo en su rumbo, seguir caminando. Lo más importante, pocos lo comprenden, es darse a sí mismos… el premio, es ese. Corre tu carrera, no mires atrás. Da tu vida entera. Ama más allá («La carrera», extraído del libro «En la Fantasía de mi mundo»).
Eres tan amado, único e importante. ¿Lo puedes ver? Eres indispensable. Tu vida tiene propósito y fin. Despierta al propósito que Cristo te ha dado.
Romi Peroni.