Cada uno de nosotros, es una visión ungida, una visión que cambia los ambientes en los que nos movemos. 1° TIMOTEO 2: 4 – 7 “el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al pleno conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y también un solo Mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre, quien se dio a sí mismo en rescate por todos, testimonio dado a su debido tiempo. Y para esto yo fui constituido predicador y apóstol, (digo la verdad en Cristo, no miento), como maestro de los gentiles en fe y verdad.”
¿CUÁNTOS QUIERE EL PADRE QUE SEAN SALVOS? ¡TODOS! ¿A QUIÉNES INVOLUCRA TODOS? A todos (pensemos en nuestro entorno, familia, amigos, vecinos, compañeros de trabajo, etc). ¿SOLO QUE SEAN SALVOS? No, que sean salvos y que mediante Cristo (el único mediador entre Dios y los hombres), conozcan la verdad.
¿QUÉ VERDAD? La verdad de quiénes son en Él y para Él.
Hoy Cristo está en nosotros, hoy somos nosotros los mediadores entre el Padre y las personas. Somos el canal (esa visión ungida que cambia ambientes) para que cada persona de nuestro entorno pueda conocer la verdad.
Y ¿QUÉ VERDAD ES NECESARIO QUE NUESTRO ENTORNO CONOZCA? Que ya fueron perdonados, que son amados, santos, poderosos, etc.
¿A TRAVÉS DE QUIENES CONOCERÁN LA VERDAD? ¡Por mí! Primero, es importante que yo conozca y crea en mi corazón esa verdad, para poder impartirla a cada persona. Luz: revelación de lo que Dios ya dijo que soy. Revelación: practicar algo.
En la biblia tenemos grandes referentes a los que podemos imitar… Tito 2:14 Cristo fue el ambiente que cambió el ambiente de toda la sociedad. Lo hizo por todos. Juan 1:4-9. Juan el bautista cambió el ambiente, lo preparó para que se manifestara la luz, Cristo.
Por eso cuando nos ven o cuando estamos en un lugar, el ambiente es transformado porque vivimos la verdad del Padre. Lo que Él dijo que yo soy es luz (revelación y verdad) para mí y a través de mí, lo es para mi entorno.